miércoles, 30 de enero de 2013

ALFARO / CEMENTERIO MUNICIPAL

El Ayuntamiento de Alfaro trasladará los nichos afectados por el derrumbe a la zona nueva del cementerio

La Alcaldesa Yolanda Preciado y los concejales quieren transmitir un mensaje de tranquilidad a los alfareños


La supervisión de los técnicos municipales ha señalado que no hay garantías suficientes que certifiquen cuántos años aguantará en pie la actual estructura de nichos del cementerio municipal. Un espacio que vio cómo el viernes se desprendía su fachada y dejaba al descubierto el interior de unas 80 "bejeras". Por ello, el Ayuntamiento anunció el lunes a los propietarios que trasladará los restos de sus familiares a la zona que se está ampliando con nuevos nichos, medida que costearán las arcas municipales. 

Tras la evaluación del derrumbe, el Ayuntamiento procederá durante esta semana a tapiar los nichos de la pared derruida. A continuación volverá a abrir al público el cementerio. Dado que este suceso afecta a los sentimientos de decenas de familias alfareñas, el Ayuntamiento ha guardado mucho celo en evitar gamberradas alrededor del camposanto: así, permanecen cerrados tanto la zona de nichos construida a finales de los años 70 como el propio cementerio, que está custodiado por un guardia de seguridad.

Cuando los operarios de Construcciones Alberto Varea finalicen las obras de la nueva zona de nichos, en la que ahora levantan la fachada con ladrillo "caravista", se procederá al traslado de todos los féretros de la hilera afectada, y no sólo los que han quedado al descubierto por el derrumbe de la pared. Haciendo un gran esfuerzo económico, habilitando una partida de urgencia a través de una modificación presupuestaria, el Ayuntamiento correrá con todos los gastos de construcción.

Ante las muchas preguntas de los familiares en la reunión y de los que se están acercando estos días al Ayuntamiento, la alcaldesa Yolanda Preciado y sus concejales procuraron transmitir un mensaje de tranquilidad. Además, se les informó que, aunque la mayoría de las lápidas caídas -no las de la primera fila- están rotas. Un operario está recogiendo de forma manual fotos y los diversos recuerdos que aparecen de sus familiares.


Fuente: Ernesto Pascual. Diario La Rioja.


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