jueves, 17 de enero de 2013

ALFARO / CRECIDA DEL RIO EBRO

El Ebro, con un caudal de 1.800 metros cúbicos por segundo en Alfaro, superaba anoche los 6,50 metros de nivel, 4,5 sobre su media anual 

El deshielo y las lluvias activan la alerta por la crecida del rio 

 
Las aguas del Ebro bajaban ayer revueltas a su paso por la capital riojana, pero, de momento, bajo control. No así en La Rioja Baja, donde la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) activó las alertas ante la rápida crecida del río debido a los importantes aportes de todos los afluentes de su margen izquierda, desde su cabecera hasta el Irati, especialmente el Arga, que superó los 1.000 metros cúbicos por segundo, el incremento más importante desde febrero del 2003, cuando la mayor crecida del Ebro en los últimos 50 años provocó importantes inundaciones en toda la región.
Tras las nevadas de los últimos días, especialmente intensas en la vecina Navarra, y las fuertes lluvias, el moderado incremento de las temperaturas comenzó a provocar a partir del lunes el deshielo en las cumbres, lo que se tradujo en un incremento inmediato en el caudal del río Ebro. De hecho, el río, a su paso por Logroño, pasó de los 27,47 metros cúbicos por segundo de la mañana del lunes a los 495,27 que discurrían a media tarde de ayer, con un evidente aumento de su nivel en ese mismo periodo, de 0,89 metros a 2,44. Fuentes de la CHE explicaron a Diario LA RIOJA que a la espera de la evolución de las condiciones meteorológicas, el caudal del río no superará en su trayecto logroñés, al menos durante los próximos tres días, los 600 metros cúbicos por segundo, muy lejos de los 1.000 registrados en desbordamientos pasados.
La calma, no obstante, se transformaba en preocupación en La Rioja Baja, según las lecturas registradas por la CHE en la zona del eje del Ebro, en la estación existente en el río a su paso por la localidad navarra de Castejón, donde a lo largo de esta noche se esperaban caudales próximos a los 1.800 metros cúbicos por segundo, solo quinientos por debajo de lo que se consideraría una crecida extraordinaria. Su caudal medio anual en el 2012 fue de 118,6 metros cúbicos por segundo y su nivel, en 1,97 metros.
Los afluentes, cargados
Las nevadas y las intensas lluvias registradas en muchas zonas de Navarra, con precipitaciones de entre 50 y 80 litros por metro cuadrado, provocaron desde principios de semana crecidas significativas en todos los afluentes de la margen izquierda del Ebro, en especial los tres que aportan su agua al río antes del paso por éste por Alfaro. Así, los caudales más intensos registraron en el río Arga, que a las 19 horas de ayer aportaba 920 metros cúbicos por segundo, 860 más que en la tarde del lunes. Mientras, el Ega llevaba 145 frente a los 12 metros cúbicos por segundo que registraba solo 48 horas antes. Finalmente, el Aragón vertía al Ebro 407,2 metros por segundo a las cuatro de la tarde de ayer, cuando a la misma hora del lunes apenas transportaba 5.
Desde Castejón, según las fuentes citadas, la crecida podría tardar en llegar a la capital aragonesa en su máxima intensidad entre 40 y 50 horas, en torno a la madrugada del sábado. No obstante, desde la CHE se insistió en que «las previsiones no son definitivas ya que los caudales y los tiempos podrían verse alterados con nuevos frentes de lluvias». Por ello, la Confederación mantenía anoche un seguimiento permanente de la evolución meteorológica y de su traducción en caudales para mantener los avisos preceptivos a Protección Civil de cada comunidad autónoma.
 

Diez años después de las inundaciones más importantes del último medio siglo

Diez años después de las inundaciones más importantes del último medio siglo
Cortes en el tráfico ferroviario, desprendimientos en carreteras de la comunidad, 120 vecinos evacuados de las viviendas situadas frente al cementerio logroñés, una treintena de excursionistas desalojados del camping de la capital riojana, numerosos daños en viviendas y empresas, fincas agrícolas anegadas...
El Ebro se desbocó hace justo una década, el 5 de febrero del año 2003, en la que supuso la mayor crecida del río en los últimos cuarenta años, hoy ya medio siglo. Los caudales medidos entonces superaron todos los registros históricos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, con 2.159 metros cúbicos por segundo al paso por Logroño y 3.320 por Alfaro, donde el nivel de las aguas superó los 7,5 metros.
Cuatro años después, en marzo del 2007, el Ebro volvió a desbordarse en su transitar por La Rioja, donde dejó daños superiores a 500.000 euros. Menos graves fueron los episodios de junio del 2008 y enero del 2009 y 2010; apenas un susto, lo que se espera para el arranque de este 2013. 
 
Fuente: Diario La Rioja.

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