El Ebro, con un caudal de 1.800 metros cúbicos por segundo en Alfaro, superaba anoche los 6,50 metros de nivel, 4,5 sobre su media anual
El deshielo y las lluvias activan la alerta por la crecida del rio
Las aguas del Ebro bajaban ayer revueltas a su paso por
la capital riojana, pero, de momento, bajo control. No así en La Rioja
Baja, donde la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) activó las
alertas ante la rápida crecida del río debido a los importantes aportes
de todos los afluentes de su margen izquierda, desde su cabecera hasta
el Irati, especialmente el Arga, que superó los 1.000 metros cúbicos por
segundo, el incremento más importante desde febrero del 2003, cuando la
mayor crecida del Ebro en los últimos 50 años provocó importantes
inundaciones en toda la región.
Tras las nevadas de los últimos días, especialmente
intensas en la vecina Navarra, y las fuertes lluvias, el moderado
incremento de las temperaturas comenzó a provocar a partir del lunes el
deshielo en las cumbres, lo que se tradujo en un incremento inmediato en
el caudal del río Ebro. De hecho, el río, a su paso por Logroño, pasó
de los 27,47 metros cúbicos por segundo de la mañana del lunes a los
495,27 que discurrían a media tarde de ayer, con un evidente aumento de
su nivel en ese mismo periodo, de 0,89 metros a 2,44. Fuentes de la CHE
explicaron a Diario LA RIOJA que a la espera de la evolución de las
condiciones meteorológicas, el caudal del río no superará en su trayecto
logroñés, al menos durante los próximos tres días, los 600 metros
cúbicos por segundo, muy lejos de los 1.000 registrados en
desbordamientos pasados.
La calma, no obstante, se transformaba en preocupación en
La Rioja Baja, según las lecturas registradas por la CHE en la zona del
eje del Ebro, en la estación existente en el río a su paso por la
localidad navarra de Castejón, donde a lo largo de esta noche se
esperaban caudales próximos a los 1.800 metros cúbicos por segundo, solo
quinientos por debajo de lo que se consideraría una crecida
extraordinaria. Su caudal medio anual en el 2012 fue de 118,6 metros
cúbicos por segundo y su nivel, en 1,97 metros.
Los afluentes, cargados
Las nevadas y las intensas lluvias registradas en muchas
zonas de Navarra, con precipitaciones de entre 50 y 80 litros por metro
cuadrado, provocaron desde principios de semana crecidas significativas
en todos los afluentes de la margen izquierda del Ebro, en especial los
tres que aportan su agua al río antes del paso por éste por Alfaro. Así,
los caudales más intensos registraron en el río Arga, que a las 19
horas de ayer aportaba 920 metros cúbicos por segundo, 860 más que en la
tarde del lunes. Mientras, el Ega llevaba 145 frente a los 12 metros
cúbicos por segundo que registraba solo 48 horas antes. Finalmente, el
Aragón vertía al Ebro 407,2 metros por segundo a las cuatro de la tarde
de ayer, cuando a la misma hora del lunes apenas transportaba 5.
Desde Castejón, según las fuentes citadas, la crecida
podría tardar en llegar a la capital aragonesa en su máxima intensidad
entre 40 y 50 horas, en torno a la madrugada del sábado. No obstante,
desde la CHE se insistió en que «las previsiones no son definitivas ya
que los caudales y los tiempos podrían verse alterados con nuevos
frentes de lluvias». Por ello, la Confederación mantenía anoche un
seguimiento permanente de la evolución meteorológica y de su traducción
en caudales para mantener los avisos preceptivos a Protección Civil de
cada comunidad autónoma.
Diez años después de las inundaciones más importantes del último medio siglo
Cortes en el tráfico ferroviario, desprendimientos en
carreteras de la comunidad, 120 vecinos evacuados de las viviendas
situadas frente al cementerio logroñés, una treintena de excursionistas
desalojados del camping de la capital riojana, numerosos daños en
viviendas y empresas, fincas agrícolas anegadas...
El Ebro se desbocó hace justo una década, el 5 de febrero
del año 2003, en la que supuso la mayor crecida del río en los últimos
cuarenta años, hoy ya medio siglo. Los caudales medidos entonces
superaron todos los registros históricos de la Confederación
Hidrográfica del Ebro, con 2.159 metros cúbicos por segundo al paso por
Logroño y 3.320 por Alfaro, donde el nivel de las aguas superó los 7,5
metros.
Cuatro años después, en marzo del 2007, el Ebro volvió a
desbordarse en su transitar por La Rioja, donde dejó daños superiores a
500.000 euros. Menos graves fueron los episodios de junio del 2008 y
enero del 2009 y 2010; apenas un susto, lo que se espera para el
arranque de este 2013.
Fuente: Diario La Rioja.
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