Las Iglesia alfareña colabora de manera importante con las misiones en Honduras
La aguilareña Valvanera Sevillano, de las Hermanas del Pilar, trabaja como misionera en el poblado de Villanueva-Cortés, donde las parroquias alfareñas han realizado importantes contribuciones
Valvanera tuvo siempre, desde su juventud, la inquietud y
el deseo de entregar unos años de su vida a trabajar en tierras de
misión. No es la primera vez, pues ya pasó diez años en la selva
peruana. Luego regresó a España para estar cerca de sus padres ancianos
y, a su fallecimiento, nuevamente mostró su deseo de regresar a
Latinoamérica, a donde llegó el pasado 4 de febrero.
Comenzar una nueva etapa en tierra extraña no parece
haberle sido difícil a Valvanera pues «la sencillez de sus gentes, la
acogida, la cercanía y su sensibilidad a lo espiritual, hicieron que
pronto, muy pronto aprendiera a quererlos tanto a ellos como a la
misión».
De ellos destaca su actitud de acogida y comunicación
constante y la disponibilidad que encuentra a trabajar, organizar y
participar en todo evento y circunstancia que se programe a favor de los
más necesitados del lugar y de la Iglesia.
En medio de su pobreza y del sufrimiento que se presenta
en la vida diaria, siempre hay en ellos una nota de alegría y
manifiestan un cariño especial a las hermanas tanto a las que están allí
actualmente, como a todas las que han vivido y pasado por la misión,
algo que agradecen de manera muy especial y que, a la vez, las motiva
para «seguir trabajando con este pueblo y por este pueblo».
La comunidad de Villanueva-Cortés está integrada por 3
religiosas, una chilena y dos riojanas, que se apoyan mutuamente ante
los problemas y complicaciones que surgen a cada paso en la misión.
Son religiosas y por ello su principal dedicación
consiste en la evangelización a través de la pastoral parroquial, social
y de salud. Trabajan en la formación de los distintos y numerosos
grupos parroquiales: catequistas, comunidades eclesiales, delegados de
la palabra, catequesis familiar, acólitos y jóvenes. Estos grupos son
una riqueza para la parroquia pero todos están muy necesitados de
conocimiento y formación, así que las hermanas ofrecen de manera muy
sencilla los contenidos necesarios.
Su labor se completa priorizando la atención a las
familias que viven en extrema pobreza, los niños y los enfermos. La
misión se localiza en una región al norte del país donde abundan los
emigrantes que acuden hasta allí en busca de una vida mejor. En los
planes de trabajo de estas religiosas se incluye también la atención a
las víctimas de la violencia, desplazados, amenazados y un gran número
de desempleados.
La congregación a la que pertenece Valvanera Sevillano,
cuenta con la fundación 'Misión Esperanza' y con las aportaciones de
socios y personas que colaboran con ella se está apoyando el proyecto de
construir casitas de veinte metros cuadrados a 18 familias, con
posibilidad de ampliarlas posteriormente. Les aportan 2.000 euros y
ellos tratan de conseguir el resto. Varias parroquias de Huesca y de
Alfaro han realizado importantes contribuciones para apoyar este
proyecto.
Fuente: JOSÉ A. LALINDE. DIARIO LA RIOJA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario